En este mes de febrero los contables van de cabeza cuadrando operaciones correspondientes al año anterior. Hay que hacer el modelo 347 relativo a las operaciones que, en su conjunto, superaron los tres mil euros en el ejercicio precedente.
Muchos de ellos se esfuerzan en recabar información de sus proveedores e incluso, aunque pueda parecer redundante, de sus clientes; llaman por telefono, mandan emails, whatsaps y, algunos románticos, mandan cartas por correo postal. Todo ello con el inalcanzable deseo de que «les cuadre el 347» y no tengan problemas con el fisco. Todo ello motivado por la buena voluntad y aquel empuje del que se pone manos a la obra sin recapacitar o estudiar la situación antes de emprender una tarea.
El caso es que el ser humano tiende a buscar la armonía y la simetría, allá donde fuere y los contables no son distintos al resto de los mortales. Muchos de ellos no llegan a comprender que puede que las cantidades declaradas por su proveedor sean distintas a las que declare el. Pero lo cierto es que el modelo 347, o Declaración Anual de Operaciones con Terceros como en realidad se denomina, permite esas diferencias o asimetrías; el criterio de imputación temporal se basa en el principio de anotación en los libros registros de las operaciones, realizadas durante el año natural.
Esto significa que puede haber diferencias debidas al hecho de que un cliente no ha anotado en sus libros registro la operación que, lógicamente, el proveedor si que ha anotado en los suyos. Diferencias frecuentes debidas a retrasos en la entrega de las facturas o a sectores económicos que utilizan la entrega de la factura como medio de pago o recibo.
Nuestro consejo es no estresarse, estudiar, analizar y ponerse a trabajar. En definitiva, fluir.